Cuando estamos en modo “Vacaciones”. A veces pensamos que los mejores paisajes del mundo están en otros países diferentes al nuestro o como alguien dijo hace un tiempo: “En esos países extranjeros fuera de Colombia”.
Cuando se aproxima la época de vacaciones, muchos empezamos a soñar con descansar, con salir a conocer lugares diferentes, otros más osados piensan en explorar nuevas culturas y descubrir lugares no habitados.
Pero luego de revisar la cuenta de ahorros o de buscar cómplices para nuestro viaje, terminamos yendo a donde todos van, a lugares atiborrados de personas que les pasó lo mismo que a nosotros, que pensaron en unas vacaciones de ensueño y terminaron haciendo una asadito en el Salado en Envigado.
El Caos
Pero otros, a los que trato de comprender, porque cuentan con los medios económicos, cuentan con amigos o familiares que los acompañen en sus viajes, terminan escogiendo lugares exactamente iguales a las calles de su ciudad, pero con mar.
Inclusive, en plenas vacaciones se encuentran con más gente conocida que quedándose en su hogar y digo que no los puedo comprender, porque aún no le he podido encontrar la gracia a un lugar donde es más importante cómo te vistes, en qué hotel te hospedas y cuánta plata estás dispuesto a malgastar.
Para algunos, las mejores vacaciones se logran en un lugar donde no se tengan que mover mucho, pues la idea es sentarse a beber litros de alcohol, despertarse al otro día y repetir la odisea. Luego, cuando llegan a sus hogares ya terminadas sus vacaciones, están más cansados que cuando salieron y con un ingrediente más, se sienten enfermos por los estragos del alcohol, pero la idea original era: “Salir a descansar”.
Lo mismo de siempre
No sé porque muchos piensan, que las únicas playas que existen en Colombia son las del Rodadero en Santa Martha, Las de Cartagena o las insufribles playas de Tolú o Coveñas, donde el mar parece una piscina, pero negra y no creo en la pobre excusa que dan para justificar su falta de imaginación: “Es que el presupuesto solo alcanza para ir allá” o “es que ese es el lugar de moda”.
Exactamente, por ser el lugar de moda es que todos van y por eso las vacaciones se convierten en una pesadilla, multitud de gente bronceándose en el mismo lugar, hoteles repletos y carísimos, filas en los restaurantes, vuelos cancelados y tiquetes aéreos imposibles de conseguir, taxis fantasmas porque nunca encuentras uno, borrachos y música estridente que no deja dormir, además, la presión que se siente por cómo se va uno vestir.
Lo siento, pero de pasar mis vacaciones en estas condiciones, prefiero pasear por la Avenida Oriental.
Opciones
Aunque esta, es una opinión muy subjetiva y mi interés no es ser la dueña de la verdad sino más bien darles opciones a los que crean que estos lugares son los paraísos de Colombia.
Cuando estamos en modo “Vacaciones”
No señoras y señores, hay lugares mucho más hermosos y mucho más baratos, donde puedes descansar, broncearte, rumbear, disfrutar de delicias gastronómicas, conocer y explorar, y sí, todos quedan en nuestro país.
En esta ocasión les voy a recomendar una Isla a la que yo llamo “El Rinconcito”, se llama Isla Fuerte y es un corregimiento de Cartagena. Para llegar allí, debes recorrer tres departamentos, Antioquia, Córdoba y Bolivar, esto hace más interesante el viaje, pues conoces gran parte de la región Caribe de Colombia y en tu camino te encuentras con cordilleras, colinas, litorales, planicies y aluviales.
Recorrido
Otra cosa es la cantidad de municipios y departamentos que conoces, sales de Medellín y te encuentras en su orden: Copacabana, Girardota, Don Matías, Santa Rosa, Yarumal, Valdivia, Tarazá, Cáceres, Caucasia, Planeta Rica.
Luego de llegar a Monteria, tu camino continúa por los municipios de: Cereté, Cienaga de Oro, Lorica, San Antero y Paso Nuevo, y de ahí, solo mar durante 45 minutos para llegar al paraíso. Todo este corrido te cuesta: $130.000 por vía terrestre.
Cuando llegas a Isla Fuerte, puedes hospedarte en las cabañas rústicas que son propiedad de los nativos, que son lugares cómodos y tranquilos que cuentan con todas las comodidades y oscilan entre los $20.000 o $25.000 diarios por persona.
La comida
La comida la puedes contratar con los mismos dueños de las cabañas, que te cocinan comida caserita y hecha con cariño o también tienes la opción de acampar debajo de los árboles más grandes de la costa caribe que te ofrecen una sombra que no tiene precio.
La alimentación de un día tiene un valor aproximado de $25.000 diarios y se caracteriza por la diversidad de productos de mar, arroz con coco, patacones, las famosas arepas de huevo y la infaltable limonada natural.
Atracciones
Las atracciones y el recorrido por la isla van acompañados por un guía, que normalmente es un niño nativo que conoce la isla como la palma de su mano y al que hay que cancelarle $10.000 por sus servicios. -Tengáse en cuenta que el único transporte que existe en la isla es la bicicleta-, así es que casi todos los turistas los realizan a pie, convirtiéndose en una caminata ecológica maravillosa.
Entre sus atracciones están: El árbol que camina, El Tún Tún, El Faro y las siete playas que puedes conocer y ojalá lo hicieras, una cada día.
En la playa del Matal, puedes disfrutar de la tranquilidad hecha mar. En la Esquina del Inglés puedes caminar en medio de manglares y observar la fuerza y la furia del agua, esta es ideal para el buceo por sus hermosos corales. En la playa de la punta, puedes disfrutar de la rumba nativa en las noches de arena y en la de San Diego, encuentras las cabañas más hermosas para disfrutar en familia, pues es la zona más tranquila de la isla.
La rumba
En las noches, la rumba es gratis, todas las personas se reúnen alrededor de una fogata gigante en la playa, bailan, comparten, todo debajo de uno de los espectáculos más lindos de la isla, el cielo y sus estrellas, que son miles, grandes y todo, gratis.
Entonces, los invito a que visiten Isla Fuerte y corroboren que mi historia no es una exageración, inclusive, creo que me quedo corta ante tanta belleza. El plan maravilloso consiste en conocer 3 departamentos, 17 municipios y una isla de Colombia, además, de recorrer el país por tierra y por mar, visitar siete playas, conocer una cultura diferente, deleitarse con placeres gastronómicos durante cinco días y todo por la módica suma de $ 500.000.
La compañía
Y si a este recorrido le sumas la compañía de tus amigos, como lo he hecho yo, me atrevería a decirte que sería una aventura que nunca olvidarás, pues esos recuerdos, eternamente en tu mente quedarán.
Después no digas que no te avisaron…