Él es habitante del municipio de Barbosa, pero trabaja en Medellín, hoy, cuenta su historia porque quiere que las personas entiendan que este virus es un acontecimiento que puede cambiarles la vida.
No es necesario saber su nombre, lo importante es conocer su historia. A veces pensamos que este virus implacable solo afectara a personas que no conocemos, incluso, creemos que nunca nos va a afectar a nosotros.
Este sobreviviente de 37 años, fue diagnosticado en Medellín, porque labora en ese municipio, para la fecha en que fue confirmado como positivo, ya se encontraba postrado en una cama, sin saber si era de día o de noche, porque padecía de una conjuntivitis aguda que no le permitía abrir sus ojos. Cuando empezó a sentir los primeros síntomas, llamó a la línea del 123 para pedir ayuda.
Después de analizar los movimientos anteriores al contagio, pudo definir que su enfermedad provenía de un simple apretón de manos. En sus peores días, sentía unas fuertes punzadas al interior de su cuerpo, en el área de los pulmones, parecía que “fueran puñaladas”, como el mismo lo describe, la tos seca no lo dejaba comer, y en menos de 15 días, bajó más de 20 kilos.
Se encontraba postrado en una cama, sin saber si era de día o de noche, porque padecía de una conjuntivitis aguda que no le permitía abrir sus ojos.
Cuenta que lo que más lo afectó, fue la parte sicológica, a veces sentía deseos de quitarse la vida, estar sólo en un apartamento sabiendo que se podía morir, es lo más difícil que ha experimentado. En esos días oscuros, sólo lo acompañaba su perro, que fue determinante para no sentirse completamente solo, porque no podía estar con sus padres por el riesgo de contagiarlos. Incluso, en varias ocasiones tuvo la idea de quitarse la vida.
En su experiencia personal, haber contraído el virus cambió el panorama de las cosas y está de acuerdo con la premisa de que el virus sólo se evita, limitando el contacto con los demás, y tiene claro que puede volver a contagiarse. Ahora, tiene que vivir con los daños pulmonares, que son irreversibles, ya por una neumonía o una gripa mal cuidada, puede ser internado en cuidados intensivos.
Pero a pesar de toda esta situación, hoy, ya recuperado, mira hacia atrás y se cuestiona muchas cosas que dejó de hacer o muchas que hizo, hoy, entendió que uno tiene que vivir con lo necesario, dejar de competir por conseguir la mayor cantidad de artículos materiales, si nada de eso sirve, cuando uno está solo.
El Covid 19 le dejó unas ganas inmensas de vivir, y entre sollozos admite, que lo único que quiere es ver crecer a su hija y acompañar a sus padres en la vejez.
La enseñanza que dejan momentos como éste, es partir de la premisa de “Volver a lo simple”, justamente comenzar por el principio, nos dejamos llenar la vida de obligaciones y vivimos bajo el poder del reloj, al límite, aturdidos, descartando lo básico, descartando lo simple, sin tener idea, que es lo único que puede hacernos felices.