En colaboración con la FAO de las Naciones Unidas, el Distrito llevó a cabo un proyecto llamado COMER que otorgó certificados a 130 estudiantes de noveno, décimo y once grado procedentes de los cinco corregimientos de Medellín. Este proyecto tenía como objetivo fortalecer sus capacidades de liderazgo y mejorar su comprensión de los procesos de producción, transformación, comercialización y sostenibilidad en el sistema agroalimentario de la ciudad. Se puso especial énfasis en la promoción de nuevos modelos de producción agrotecnológicos que fomenten la innovación social y el desarrollo rural.
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Los jóvenes participantes se involucraron activamente en la instalación de cinco huertas hidropónicas, una en cada institución educativa. En estas huertas, sembraron una variedad de cultivos, como cogollo europeo, lechuga mizuna de distintos colores, lechuga crespa, perejil, cebolla de rama, hierbabuena, albahaca y acelga blanca. Este enfoque no solo enriqueció la formación en las Escuelas de Liderazgo, sino que también contribuyó a la transformación educativa y cultural de estas instituciones. Los docentes pudieron orientar actividades de diversas áreas del conocimiento en el contexto de la innovación agropecuaria y el desarrollo rural sostenible.
El gerente (e) de la Gerencia de Corregimientos, Alexis Mejía, destacó el entusiasmo de los jóvenes y la importancia de que la zona rural cuente con jóvenes comprometidos. Además, resaltó el apoyo brindado por la FAO en la entrega de los certificados.
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Estos jóvenes recibieron formación para mejorar sus habilidades de liderazgo en sus comunidades y para fortalecer su conexión con la cultura agrícola local. Esto les permitió abordar los desafíos y las ventajas de ser líderes y trabajar en equipo. También se enfocaron en la importancia de la innovación, la tecnificación y la sostenibilidad en la agricultura de los corregimientos, con miras a promover la integración y el relevo generacional.
Huertas Hidropónicas
Sara Correa Reynosa, estudiante de la institución educativa Marina Orth y miembro de las Escuelas de Liderazgo, describió la experiencia como enriquecedora y resaltó la importancia del relevo generacional en la agricultura y la comida.
Para garantizar la sostenibilidad de las huertas hidropónicas en los corregimientos de San Sebastián de Palmitas, San Antonio de Prado y Santa Elena, diversos grupos comunitarios se involucraron en tareas de cuidado, mantenimiento y actividades pedagógicas. Esto permitió que la comunidad se relacionara más estrechamente con estos proyectos centrados en la alimentación, el medio ambiente y la agricultura. Estos grupos incluyeron a la mesa de seguridad de soberanía alimentaria, la mesa ambiental, las Juntas Administradoras Locales y colectivos de mujeres.
