María Antonia Amundarain Álvarez (Super Toña) es una niña de 9 años que disfruta de las cosas simples: leer un buen libro, jugar con su familia y dejar volar su imaginación. Es curiosa, dedicada y siempre tiene ganas de aprender. Para ella, cada día es una oportunidad para descubrir algo nuevo y compartirlo con quienes la rodean.
En casa, la curiosidad es parte del día a día. Gracias al apoyo de sus padres, ha aprendido que no hay preguntas tontas y que los errores son una oportunidad para aprender. Su mamá la acompaña con paciencia en cada experimento y la anima a no rendirse cuando algo no sale bien. Su papá, con orgullo, le recuerda que con esfuerzo y dedicación puede lograr lo que se proponga.
Aunque le encanta la ciencia, su vida no gira solo en torno a los experimentos. Como cualquier niña de su edad, disfruta jugar, inventar historias y pasar tiempo con sus amigos. Le gusta organizarse con sus tareas escolares y, cuando algo le interesa, es persistente hasta lograr su objetivo. Leer es una de sus actividades favoritas porque encuentra en los libros no solo respuestas, sino también nuevas preguntas que alimentan su interés por seguir aprendiendo.
Sus habilidades reflejan distintas formas de inteligencias múltiples. Al seguir instrucciones para realizar un experimento o resolver un problema, fortalece su inteligencia lógico-matemática. Al observar fenómenos naturales y hacer preguntas sobre su entorno, desarrolla una profunda conexión con la naturaleza. Y al compartir lo que ha aprendido con claridad y entusiasmo, demuestra una gran capacidad para comunicarse con los demás, transmitiendo su amor por el conocimiento de manera cercana y accesible.
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Para ella, aprender no es una obligación, es una forma de entender el mundo. Sus padres han sido fundamentales en este proceso, dándole el espacio para explorar y la confianza para equivocarse. En su hogar, las preguntas siempre tienen un lugar, y los sueños, por grandes que sean, son escuchados con respeto y apoyo.
Super Toña, como muchos la conocen, es una niña con curiosidades y metas que crecen con cada experiencia. Lo que más valora es la libertad de aprender a su propio ritmo, disfrutar de lo que le gusta y compartir lo que descubre con quienes la rodean.
Cuando alguien le dice que algo es difícil o imposible, responde con una frase que refleja su manera de ver la vida: «Si lo crees, lo creas». Para ella, cada pregunta abre una puerta a nuevas posibilidades, y cualquier sueño puede hacerse realidad si se persigue con dedicación y amor. Porque, al final, no se trata solo de lo que quiere lograr, sino de disfrutar el camino, compartir lo aprendido y nunca perder la capacidad de asombro.
