En una mañana cargada de emoción y fervor patriótico, el presidente Gustavo Petro se dirigió a miles de seguidores reunidos en la histórica Plaza de Bolívar para conmemorar el Día del Trabajador. Con un discurso enérgico y apasionado, Petro abordó varios temas de relevancia nacional, defendiendo sus reformas y desafiando a sus críticos.
El presidente comenzó su discurso cuestionando la marcha de la oposición, que se manifestó en contra de su gobierno. «Salieron a marchar, vinieron hasta aquí, diciendo que no haya cambios, que todo está bien, que este es un paraíso», declaró Petro, refiriéndose a los opositores que, según él, ignoran los problemas del país.
Lea también: Presidente Petro crea su propio Canal en WhatsApp para comunicarse directamente con el pueblo
Petro defendió con vehemencia sus reformas, criticando a sus opositores y al sistema actual. «Los que quieren alargar la jornada de trabajo y conducir al estatus de esclavo a la mujer trabajadora y al hombre trabajador, tampoco quieren que la medicina llegue al hogar pobre y tampoco quieren que la pensión llegue al viejo», expresó el presidente, destacando su compromiso con el bienestar de la clase trabajadora.
El presidente advirtió sobre cualquier intento de golpe contra su gobierno, asegurando que utilizará las calles para promover los cambios que no logre por la vía institucional. «Si intentan un golpe contra la voluntad como el 19 de abril, el pueblo recuperará la democracia», proclamó Petro, haciendo referencia al golpe de estado de Rojas Pinilla..
Podría interesarle: Aumenta Preocupación por Muertes de Turistas Extranjeros en Medellín
Presidente Petro confronta a sus críticos y hasta a su gabinete
En un momento emotivo de su discurso, Petro también criticó a su propio gabinete, acusándolos de temerosos y destacando la necesidad de transformar el país. «Lo que queremos es transformar en realidad este país, cosas podemos hacer ya. Aún hay ministros y ministras que les da miedo, temen», afirmó el presidente.
El discurso de Petro culminó con un llamado a la unidad y la resistencia, evocando los símbolos de la lucha obrera y reafirmando su compromiso con el proyecto democrático para Colombia. «Fuimos la fuerza mayoritaria en la asamblea, esa bandera que ahora dicen que está prohibida y que no puede sacarse, que es un pecado, el movimiento político después de que habían asesinado a Carlos Pizarro y después de que había desaparecido Jaime Bateman, después del exilio y la tortura; esa misma bandera, que era la bandera del pueblo el 19 de abril de 1970, cuando le robaron las elecciones a la Anapo, esa bandera volvió a triunfar y a ganar en 1990. No, señores, esa bandera no se guarda y no se esconde, se levanta», concluyó Petro, animando a sus seguidores a mantener viva la llama de la resistencia y la lucha en un gobierno que se encuentra en vilo por las reformas sociales que ha querido sacar adelante.
Vea aquí el discurso: