Después de siete días de tregua, la situación en Gaza volvió a la violencia el viernes pasado con el inicio de la segunda etapa de la ofensiva israelí. Las alarmas sonaron temprano en la ciudad de Sderot, indicando la ruptura del cese al fuego. Un misil lanzado desde Gaza fue interceptado por la batería de defensa, seguido de enfrentamientos intensos entre milicianos de la Brigada Al Qassam de Hamas y soldados israelíes en las zonas de Sheik Radwan y la ruta estratégica de Salah a Din, al sur de la Ciudad de Gaza.
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Los aviones israelíes despegaron simultáneamente, atacando a una columna de terroristas en posición. Esta reanudación de hostilidades sucede después de una semana de intercambio de rehenes y presos. Estados Unidos advirtió a Israel que tiene «semanas, no meses» para completar la operación y llamó a evitar una crisis humanitaria más grave.
La administración Biden expresó creciente preocupación por el posible aumento de víctimas civiles palestinas, la interrupción de liberaciones de rehenes y el flujo de ayuda humanitaria. Durante la visita del Secretario de Estado, Antony Blinken, a Tel Aviv, se instó a Israel a evitar tácticas similares a las empleadas en el norte. Sin embargo, Netanyahu afirmó que nada detendrá la operación hasta lograr la victoria sobre Hamas.
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En privado, funcionarios estadounidenses coinciden con las cifras de muertos en Gaza y atribuyen la alta cifra de víctimas al uso indiscriminado por parte de Israel de bombas y misiles de gran calibre. Expertos, como Marc Garlasco de la organización PAX, comparan el impacto con momentos históricos como Vietnam o la Segunda Guerra Mundial.
La Casa Blanca ha dejado claro su desacuerdo con las operaciones en el sur de Gaza sin un plan para proteger a la población civil. El Pentágono presiona para establecer límites operativos y «zonas de desconflicto» que protejan a civiles en instalaciones de la ONU, hospitales y escuelas.
El plan de las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF) implica un barrido de norte a sur, liberando sectores para permitir el desplazamiento seguro de civiles. Se destaca el uso de Inteligencia Artificial en esta operación de alta tecnología. Las IDF buscan aprender de experiencias anteriores y están en constante comunicación con homólogos estadounidenses para mejorar la estrategia.