En un contexto donde las Fuerzas Armadas suelen ser asociadas exclusivamente con la defensa y el combate, el Ejército Nacional de Colombia demuestra una vez más que su rol trasciende los campos de batalla. A través de sus ingenieros militares, la institución ha emprendido un ambicioso proyecto de infraestructura: la construcción de la Transversal del Catatumbo en Norte de Santander, una región históricamente afectada por el conflicto armado y la marginalización.
Este proyecto, anunciado por el General Luis Emilio Cardozo Santamaría, Comandante del Ejército Nacional, durante una visita del Ministro de Defensa a Cúcuta, no solo busca mejorar la conectividad vial, sino también impulsar el desarrollo económico, fortalecer el tejido social y promover la seguridad en una de las zonas más vulnerables del país.
Desde una perspectiva teórica, este tipo de iniciativas encajan en enfoques contemporáneos que ven al Estado como un ente multidimensional, capaz de ejercer su poder no solo a través de la coerción, sino también mediante la construcción de infraestructura, la promoción del desarrollo y la integración social. Autores como Charles Tilly y Michael Mann han destacado cómo los Estados modernos consolidan su autoridad no solo mediante el monopolio de la fuerza, sino también a través de la provisión de bienes públicos y la creación de redes que fomentan la cohesión social.
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En este sentido, el proyecto de la Transversal del Catatumbo representa un ejemplo práctico de lo que se conoce como «acción unificada del Estado», donde las instituciones militares, civiles y comunitarias trabajan de manera coordinada para abordar problemas estructurales. Este enfoque no solo fortalece la legitimidad del Estado ante las comunidades, sino que también contribuye a desarticular las dinámicas del conflicto armado al ofrecer alternativas de desarrollo y participación ciudadana.
Impacto más allá de la infraestructura
La construcción de la Transversal del Catatumbo no se limita a la apertura de una vía. Según el General Cardozo, el proyecto incluirá la participación activa de las comunidades locales, lo que permitirá generar empleo, fomentar la confianza entre los ciudadanos y las instituciones, y promover un sentido de pertenencia y corresponsabilidad.
Además, la iniciativa cuenta con el apoyo del Gobierno Nacional, Invías y el Ministerio de Transporte, lo que refleja una articulación interinstitucional clave para su éxito. El primer paso será realizar reconocimientos en el municipio de Convención para verificar y actualizar el diseño inicial proporcionado por Invías. Una vez asignados los recursos, un batallón de construcciones especializado del Ejército Nacional iniciará las obras.
Un modelo replicable
Este proyecto se inspira en el éxito de la vía Tibú-La Gabarra, que no solo mejoró la movilidad en la región, sino que también contribuyó a reducir la presencia de grupos armados ilegales y a dinamizar la economía local. La replicación de este modelo en el Catatumbo refuerza la idea de que el Ejército Nacional puede ser un actor fundamental en la construcción de paz y desarrollo, especialmente en regiones donde el conflicto ha dejado profundas heridas sociales y económicas.
La construcción de la Transversal del Catatumbo es un recordatorio de que el Ejército Nacional no es solo una institución de guerra, sino también un pilar para el desarrollo y la estabilidad del país. Desde una mirada holística, este tipo de proyectos reflejan cómo las Fuerzas Armadas pueden contribuir a la consolidación del Estado, la integración social y la construcción de un futuro más seguro y próspero para todos los colombianos.
En un mundo donde los desafíos de seguridad y desarrollo están cada vez más interconectados, iniciativas como esta demuestran que la verdadera fortaleza de un ejército no solo se mide por su capacidad de combate, sino también por su compromiso con el bienestar y el progreso de la nación.