El escritor estudió derecho y ejerció hasta hace 30 años de su labor profesional. Esto le vino perfectamente para indagar en la poesía que empezó a esculpir desde que era niño.
En un vídeo en Youtube cerca de la escultura de Simón Bolívar en el parque principal del municipio de Venecia Martín se definió: «Martín es un nombre corriente de pueblo y Acantilado, tal vez sea un promontorio humano contra el que chocan las saladas y borrascosas corrientes de la sociedad, buscando quizá sobrevivir al contraste entre pensamiento y realidad. Ese soy yo, mucho gusto, el poeta Martin Acantilado”.
Además, según él todos tenemos algo de poesía.
«Uno nunca se vuelve poeta, todos tenemos algo de poesía en nuestro ser, en nuestra impronta genética hay unos gránulos de poesía».
Con orgullo nos va mostrado los libros de su autoría mientras su memoria entre versos, rimas y estrofas trae el recuerdo de personas, situaciones y lugares que lo han inspirado. Los componentes históricos y culturales de la Montaña Sagrada de Venecia, han sido musa para Martín. Comunicó Noticias Suroeste.
Verso veneciano de Martín Acantilado
El trovador Acantilado compone cada verso con todos los detalles trabajados y dijo:
“Yo no escribo ningún poema, yo soy un medio que recibe a través de la inspiración estos dictados, los pongo en el papel y luego tomo el trabajo de estudiarlos y cambiar una sola sílaba de ellos me saca sangre”.
Martín en el vídeo entona partes de sus poemas y en un momento señaló: «Inconsistente es quien hace estos dictados y mi experiencia me dice que no se equivoca. El poema a la Montaña Sagrada está creado en infinitivo, porque yo concibo la poesía como un canto de esencia, y esa esencia la encuentro en el verbo”