En el municipio de Frontino, Occidente de Antioquia, fue asesinada a balazos la señora Mary Luz Aguirre López, de 30 años de edad.
El hecho se registró en zona rural, sector Paso Ancho, cerca de la vía Frontino-corregimiento de Nutibara, el miércoles 24 de noviembre en horas de la noche.
Según versión de las autoridades administrativas, la mujer, madre de tres hijos, fue sacada a la fuerza de su casa por dos hombres que la obligaron a subir a una moto y la llevaron a un sitio alejado, ubicado a una hora de su vivienda, unos 30 kilómetros.
Allí le dispararon con arma de fuego y llevaron su cadáver hasta un costado de la vía, a la altura del corregimiento Nutibara. Sin embargo, luego de conocerse su rapto y posterior asesinato, la Unidad Básica de Investigación Criminal, UBIC, de la Policía Nacional, no fue al lugar a recoger el cuerpo. Tampoco lo hizo el Ejército Nacional.
Las dos instituciones aseguraron que no estaban dadas las condiciones de seguridad para el traslado al sitio. Increíble que eso pase hoy en día en Colombia: las autoridades con miedo de actuar en el territorio, principalmente en el Occidente y el Urabá antioqueños.
Ante semejante situación, la Administración Municipal envió un vehículo oficial a recoger el cadáver, que permaneció por más de 36 horas en el lugar en el que fue arrojado por los sicarios, y lo trasladó a la morgue municipal. Si en Frontino la Policía teme a la inseguridad, cómo estarán sus habitantes.
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