Últimamente, y de manera reiterada, notamos en las diferentes redes sociales un infundado temor a utilizar el correctísimo verbo “poner” y en su lugar apelan al verbo «colocar», creando frases verdaderamente cómicas. Nosotros somos defensores del verbo poner en Medellín.
Los defensores del verbo Colocar
Los defensores del uso del verbo colocar, tal vez por ignorancia, utilizan argumentos traídos de los cabellos como «las únicas que ponen son las gallinas». No sé a quién se le ocurrió que las únicas que ponían eran las gallinas. Para su información y para los que usan esta frase como excusa, las gallinas no ponen, aovan. Por esa razón es que han proscrito el verbo poner que es uno de los más hermosos de la lengua castellana.
Acepciones
Es importante que las personas que se mantienen colocando entiendan que el verbo poner tiene 44 acepciones o significados mientras que el verbo colocar sólo tiene 4.
Por considerarla de interés, transcribo a continuación una columna publicada por Soledad Moliner que trata apropiadamente el tema:
«La siguiente es una antología elaborada con ayuda de mis alumnos y de algunos lectores, donde el verbo colocar ha desplazado artera e incorrectamente al verbo poner. Casi todas proceden de medios de comunicación: «Me coloca al borde de la quiebra» «A la bebé la colocaron Valentina», «Eso me colocó a pensar», «Ella se colocó brava», «La debo colocar en práctica», «Esta tarjeta es para que no le coloquen problemas al entrar», «Me colocó en ridículo», «Voy a colocar la queja», «Esas cosas me colocan nervioso», «No pude asistir, porque mi mamá se colocó enferma».
La lista podría hacerse interminable («me coloqué rojo», «colocamos mucha atención», etc.), porque los hispanohablantes ingenuos han creído que es mucho más elegante el empleo de «colocar» que el de «poner».
Es importante que las personas que se mantienen colocando entiendan que el verbo poner tiene 44 acepciones o significados mientras que el verbo colocar sólo tiene 4.
Matices
Parte del encanto de una lengua son sus matices. Colocar es un matiz de poner, así como guisar es una precisión de cocinar. Por eso no son sinónimos, y a menudo es una barbaridad sustituir «poner» por «colocar».
En su acepción más amplia, según don Rufino J Cuervo.
1) Colocar es «poner en el lugar debido». La Real Academia dice algo semejante. Así, pues, colocar no es simplemente poner, sino poner donde corresponde. De manera que nadie se coloca colorado, ni enfermo. En cambio, aquella lamparita hay que colocarla en la mesa roja, porque en la verde se ve mal.
Otras dos acepciones específicas de colocar:
2) Invertir dinero, acciones o valores («Coloqué plata al tres por ciento»).
3) Acomodar a una persona en un empleo («Mi hermano se colocó en el Senado»).
Como norma general, evite el uso de «colocar» y juéguesela con poner»: hay menos posibilidades de meter las patas y qué prefiere ¿Colocarse rojo o ponerse colorado? Y olvide el segundo argumento de los que
“colocan siempre” y es que “colocar” es más elegante, le aseguro que es más elegante “Ponerse colorado” que “colocarse rojo”. Por eso lo invito a que haga parte de los defensores del verbo poner, y así termino “colocando punto final”.