Respetado Alejandro,
Soy uno de los tantos “nadies” que llevan años metidos en el mundo de la educación, que por diferentes motivos ha tenido la fortuna de poder recorrer este país educativo, conociendo experiencias de instituciones educativas, docentes y comunidades, en rincones y condiciones tan diversas, que me tomo el atrevimiento de escribirle este corto mensaje, que es el producto de la reflexión y de la mirada que nos da el estar en campo, conociendo de primera mano los contextos, las motivaciones, las interrelaciones y los aprendizajes de este curioso sector.
En primer lugar, quisiera pedirle que descentralice el sector, ya que está comprobado que la mirada lejana y “académica” de tanto doctor y especialista en educación, desde la capital de los colombianos, no ha impactado de la mejor forma en los resultados (y no hablo de las pruebas nacionales e internacionales) que transformen la vida de estas comunidades, desde las directrices, políticas públicas y la “venta de humo” de tanta organización que siente tener la verdad única, para supuestamente mejorar la calidad educativa. La realidad es que el aporte en la construcción de proyectos personales de vida que hagan felices a los niños y jóvenes que están en nuestras instituciones educativas, es una deuda gigante que tenemos como sociedad.
Un segundo punto, tiene que ver con tanta sobre oferta de programas y talleres en las pobres instituciones educativas, que ya “fregadas” por sus problemas de infraestructura, las afectaciones propias de sus territorios (falta de energía eléctrica o agua), déficit de docentes, problemas de movilidad escolar, falencias y robos con el PAE, tienen que estar condicionadas a la X cantidad de programas a los cuales son “lanzados” por las secretarias de educación para calmar el aire altruista de tanta organización que quiere aportar. El tema no es perder esas oportunidades y esas voluntades de colaboración misional de tanta entidad pública y privada, pero si se debería tener una directriz clara y de total cumplimiento, donde se deba organizar y distribuir de manera equitativa, proyectando los intereses y necesidades reales de cada escuela, donde participen docentes comprometidos y no obligados, pero sobre todo donde se garanticen los espacios para las implementaciones de calidad y se respeten los tiempos para el desarrollo de las clases. Los colegios públicos deben dejar de ser carros viejos, que viven de taller en taller y donde pasa muy poco con lo formado, porque al final de cuentas, no queda el tiempo para sistematizar y hacer sostenibles los proyectos.
Por favor, Ministro haga algo por el PAE, por el tema de las rutas escolares rurales e insulares, por recuperar las normales (desde que son públicas son poco lo que aportan), por motivar a tanto docente y directivo-docente con pensiones, seguramente muy bien ganadas, que ya no viven con pasión la profesión o vocación, para que den el paso al costado y permitan que llegue sangre fresca. Parece que son puntos de adorno, pero son los más importantes: Con hambre no se aprende, caminando horas (cruzando por tarabitas) o navegando en chalupas con pocas condiciones de seguridad, no se aprende. Pero mucho menos se aprende con docentes que ya no provocan, que no salen de la clase tradicional, del verso sindical y de la comodidad de unos salarios que les garantizan tantas cosas a ellos, pero que limitan en tantas oportunidades a los estudiantes.
Por último, incentive que las instituciones educativas fortalezcan los procesos de aprendizaje orientados al desarrollo de habilidades para resolver problemas, el desarrollo de iniciativas, la capacidad de autodeterminación y con la potencialidad de desarrollar actividades y buscar y ejecutar soluciones creativamente. Es decir, estudiantes que aprendan a aprender.
Me despido, confesándole, que su nombramiento me gusta y le creo a usted y el gobierno que representa (aunque no vote por él), pero si de verdad le dan una mirada menos técnica y academicista, y tienen en cuenta las realidades propias de cada territorio y lo que se debe orientar para las próximas generaciones, van a lograr el anhelado cambio que prometieron en campaña
Muchos éxitos.