En el departamento de Caldas, hay un malestar debido a que sienten que Mauricio Lizcano quiere tomarse las banderas del petrismo en la ciudad.
“El esfuerzo que estamos haciendo es para que Petro no sea presidente” estas palabras las expresaba Mauricio Lizcano en el año 2018, en las anteriores contiendas electorales, si bien, la política es dinámica y muchos y muchas de los que antes eran opositores políticos a Gustavo Petro hoy están de su lado, cabe señalar, que la campaña del pacto histórico a nivel nacional y en este caso en el departamento de Caldas, tuvo personas que estuvieron de principio a fin cimentando lo que seria el camino a la presidencia de Gustavo Petro.
Partiendo de lo anterior, es de entender que después de conseguido el objetivo, comience otra etapa y es el ¿Cómo será la participación de cada quien en el contexto de que ahora son gobierno? Y aquí es donde está la raíz del conflicto.
Mauricio Lizcano, heredero de uno de los clanes políticos más poderosos del país, el de la familia Lizcano donde su patriarca es Oscar Tulio Lizcano en el mes de mayo a unos pocos días de iniciar las elecciones de primera vuelta, anunciaba su apoyo al candidato del pacto histórico, generando una serie de sensaciones, entre el recibimiento y el rechazo de esta adhesión, una división que estuvo tras bambalinas lógicamente para no afectar el curso de la aspiración de Petro.
A esto se le debe agregar que Mauricio Lizcano no llegaba solo, sino con un nuevo partido político llamado Gente en movimiento y que venía potenciada en los comicios legislativos al lograr la mayor votación en Caldas por Cámara de representantes, por ende, tenia una estructura solida que podía mover muchos votos.
Pero es necesario entender que además de Lizcano había otros actores políticos en la tarea de impulsar la campaña de Gustavo Petro, desde el partido verde estaba el congresista electo Santiago Osorio Marín, también Jose Luis Correa que hace poco dio por finalizadas sus funciones en el congreso representado al Liberalismo disidente que no se acogería a apoyar a Federico Gutiérrez, como también los mismos integrantes del pacto histórico, base política del hoy presidente electo.
Como verán la tarea se cumplió enormemente, porque a pesar de que en el departamento no ganó Gustavo Petro ni en primera (Federico Gutiérrez), ni en segunda (Rodolfo Hernández) si aumentó de manera mas que significativa los votos, lo que le permitió en esas sumas y restas para llegar a la casa de Nariño, no volver competitivo a nivel global ninguno de los dos candidatos rivales con los votos de la región.
La cosa es que después de cumplida tan enorme tarea, llegaron las recriminaciones sobre quien puso mas votos en la mesa, esto recrudecido con el nombramiento de Lizcano como uno de los coordinadores del comité de empalme con el saliente gobierno de Iván Duque, Lo que valió el reclamo de muchas personas, en gran parte pertenecientes al Pacto Histórico, inconformes y sintiendo que a pesar de todo su esfuerzo los dejaron de lado.
Claro, una postura muy entendible tomando en cuenta el historial político de Mauricio Lizcano y más allá de el toda una maquinaria que se ha movido con mucha agilidad en las arcas del tradicionalismo gubernamental, de hecho Lizcano hijo ha tenido una serie de escándalos judiciales de los que hay que decir también que ha salido bien librado, desde ser nombrado en el famoso “cartel de la toga”, investigado por presunta participación en la “Parapolítica” , compra ilegal de predios entre otros entuertos, en conclusión una figura que representa todo lo contrario a los pilares del Pacto Histórico y de la campaña Petro presidente.
Ahora bien, es indudable que la región va a pasar por un pulso político complejo que se va ver resumido sobre quien va representar verdaderamente el gobierno que se posesionará el 7 de Agosto, teniendo en cuenta también que el próximo año son elecciones de concejos municipales, alcaldes y gobernadores, siendo esta otra situación donde cada uno reclamará su espacio para obtener avales a cualquiera de estos órganos.
Hoy la pregunta del millón es si el Pacto en Caldas ¿es con el pacto o con Lizcano?, un horizonte difícil y que va a precisar que haya intervención desde las altas esferas del nuevo gobierno nacional para alivianar el ambiente, algo vital para no perder el histórico terreno ganado en esta zona del país.
Como bien dicen por ahí “Amanecerá y veremos”