Son muchas las preguntas e inquietudes que algunos usuarios tienen acerca de la situación del Cannabis Medicinal en Colombia. ¿Qué está permitido y qué no?
La W Fin de Semana, entrevisto al autor de la Ley, el ex senador Juan Manuel Galán, a continuación, unos apartes de la entrevista.
La Ley de Cannabis Medicinal, que se creó hace 4 años y que tenía la finalidad de beneficiar a muchos pacientes y además, a los productores y exportadores.
¿Qué ha pasado desde su aprobación?
Según Juan Manuel Galán, desde que la Ley se aprobó en el Congreso, creció en Colombia y en general en el mundo, una fiebre verde.
Se potenciaron los negocios relacionados no solo con la marihuana medicinal, sino con la marihuana de uso adulto o recreativa (como se le denomina en algunos países).
Han llegado una cantidad de empresas Canadienses a Colombia, con un gran poder de inversión para hacer acuerdos y exportar.
Situación del Cannabis Medicinal en Colombia
¿Ha cambiado el objetivo de la Ley?
La idea principal era tener una herramienta que pudiera servir para aliviar los malestares de los pacientes que padecen enfermedades dolorosas.
La idea es producir un puente para los pequeños productores para que pasen de la ilegalidad a la legalidad. En pocas palabras que estén regulados.
Pero el escenario es que esta producción se está convirtiendo en un monopolio de empresas que se apoderan de la industria en Colombia.
Actualmente, ¿Se pueden adquirir los productos con facilidad?
Hoy en día se pueden encontrar productos de tipo artesanal, pero no con Registro Sanitario del INVIMA. La legislación en Colombia, desde la Ley 30 de 1986, en el Estatuto de Estupeacientes, permite el auto cultivo y hasta 20 plantas por persona.
Lo ideal sería que los apcientes en Colombia pudieran acceder a productos de buena calidad, certificadas y con buenas prácticas de manofactura.
¿Qué se espera para 2020?
La idea es que este año se comiencen a distribuir a mayor escala, productos certificados y de una excelente calidad y avalados por el INVIMA. Además, regular los precios, para que sean justos y que los casi 500 mil pacientes que sufren de epilepsia, cáncer, Parkinson y Alzheimer puedan acceder a ellos.