Con el fin de hacerle frente a la compleja situación producida por el aislamiento preventivo frente al Covid-19, la alcaldía municipal de Angostura da a conocer de forma muy clara la ruta que tiene la atención integral de la salud mental, detallando y describiendo cada etapa o fase del proceso, entendiendo, por supuesto, que el cuidado y el acompañamiento en términos de salud mental en este momento particular, es vital para la comunidad.
Por lo tanto, la ruta que se plantea desde la entidades de salud y la administración del municipio cuenta con cuatro fases, iniciando con la detección, que es el proceso de identificación de cambios en el comportamiento de alguien en el oar, por ejemplo, enojo, tristeza sin motivo aparente, incapacidad para realizar las actividades cotidianas, falta de energía, pérdida del apetito o pérdida de interés por el futuro. Esta detección, puede ser realizada por algún familiar, policías, profesores o amigos.
La alcaldía municipal de Angostura da a conocer de forma muy clara la ruta que tiene la atención integral de la salud mental.
Posteriormente, se encuentra la valoración, proceso que se realiza en primera instancia por la psicóloga del equipo de respuesta inmediata, la cual realizará la remisión correspondiente, además, de ser necesario, también podrá intervenir el médico oficial. De forma consecutiva, se encuentra la fase de tratamiento, la cual depende de esa primera valoración realizada y estará dirigida por un especialista que recomendará un tratamiento específico según la necesidad, lo cual puede tratarse de una prescripción de medicamentos o una terapia.
Por último, entra la fase de seguimiento, proceso en el cual la psicóloga del equipo de respuesta inmediata, la psicóloga social, los familiares o los amigos pueden ser los encargados de monitorear y acompañar al paciente con el fin de que sí cumpla con el tratamiento, sin embargo, se espera que no solo las personas tengan la disposición de seguir el proceso o la terapia, sino que también la comunidad y la familia le brinden todo el apoyo suficiente y velen por su salud, acompañándolo y permitiéndole vivir su proceso sin estigmas.
Es importante recordar, que la protección y el acompañamiento en materia de salud mental, no es solo responsabilidad de la persona afectada o de las entidades administrativas y de salud, también es un asunto que la comunidad y la familia, en su tejido social, debe sentir como propio, ya que el bienestar de uno es el bienestar de todos.