En un giro sorprendente para la conservación ambiental, Colombia ha logrado un récord positivo en la lucha contra la deforestación. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible anunció el lunes 8 de julio una reducción drástica del 36% en la tala de bosques durante el año pasado, marcando el nivel más bajo en más de dos décadas.
La ministra Susana Muhamad, en una conferencia de prensa cargada de optimismo, reveló que solo 79.256 hectáreas sucumbieron a la tala en 2023, una cifra que representa un área inferior a tres veces el tamaño de Bucaramanga. Este logro no solo es significativo por sí mismo, sino que también marca un hito en la serie histórica que se remonta al año 2000.
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«Estamos presenciando un punto de inflexión», declaró Muhamad. «Por primera vez, hemos logrado reducir sustancialmente la devastación forestal por debajo de las 100.000 hectáreas anuales». Este avance sitúa a Colombia en una trayectoria prometedora hacia su ambicioso objetivo de deforestación cero para 2030.
Colombia celebra un hito ecológico: Deforestación toca mínimo histórico
El progreso es aún más impresionante cuando se considera la tendencia de los últimos años. Entre 2021 y 2023, la nación sudamericana ha acumulado una reducción del 54% en la pérdida de bosques, un rayo de esperanza en un panorama global donde la desaparición de selvas y bosques sigue siendo una preocupación crítica.
La Amazonía colombiana, pulmón vital del planeta, también ha experimentado una mejoría notable. La deforestación en esta región crucial disminuyó un 38%, pasando de 71.185 hectáreas en 2022 a 44.274 en 2023, el nivel más bajo registrado en 23 años para esta área.
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Departamentos como Nariño, Putumayo, Córdoba, Cauca y Meta lideraron la carga, cada uno logrando reducciones superiores al 50%. Particularmente destacable es la caída del 62% en la deforestación dentro de los Parques Nacionales Naturales, áreas de incomparable importancia ecológica.
A pesar de estos logros, la batalla continúa. La «praderización» para el acaparamiento de tierras sigue siendo el principal culpable de la deforestación, seguida por la expansión no planificada de infraestructura, cultivos ilícitos y minería ilegal. Curiosamente, el año pasado también vio la influencia de factores naturales como deslizamientos y fuertes vientos en la pérdida de cobertura forestal.
Este hito histórico no solo representa un triunfo para Colombia, sino que también establece un precedente inspirador para la conservación global. Mientras el mundo lucha contra el cambio climático, el ejemplo colombiano demuestra que con determinación y políticas efectivas, es posible revertir tendencias destructivas y proteger nuestros invaluables recursos naturales.