Un feminicidio es la expresión más cruda de la violencia de género, pues, aunque existen otras formas de violencia que se presentan de forma constante, el feminicidio tiene como objetivo el sometimiento de los cuerpos de las mujeres, la extinción de sus vidas y mantener la discriminación y la subordinación de todas. En Colombia el feminicidio fue tipificado como delito autónomo por la ley 1761 de 2015 que lo define como “El asesinato de una mujer por su condición de mujer o por motivos de su identidad de género”.
Pero ¿Por qué las mujeres hemos luchado para que el delito de feminicidio tenga esta connotación? En primer lugar, porque penalmente tiene un aumento de cinco años más en la pena frente a un homicidio común, este aumento de pena ayuda a la no repetición de estos casos. Segundo, porque la principal causa de muerte de mujeres jóvenes en el mundo es la violencia ejercida por los hombres, de acuerdo con la oficina de Naciones Unidas Para la Droga y el Crimen en promedio cada día 137 mujeres son asesinadas por un familiar (familiar entiéndase como hermano, primo, novio, esposo etc.), esto hace que la casa sea el lugar donde es más probable que una mujer pueda perder la vida. Es así como la palabra feminicidio viene de una necesidad fundamental por darle un reconocimiento simbólico y político a las muertes de esas mujeres.
Durante muchos años los asesinatos de las mujeres fueron entendidos como crímenes pasionales, el hombre sentía celos en contra de una infidelidad, sentía ira e intenso dolor y la mataba, el hombre no soportaba que lo dejara o verla con otro hombre y la mataba poniendo en práctica el conocido lema “si no es para mí no es para nadie”. Lo anterior conllevaba a que la justicia utilizara estos contextos para aplicar la ley de manera más suave, rebajando la pena. En ese entonces incluso se culpaba a la víctima por haber provocado a su agresor, se valoraba dónde estaba, a qué hora y cómo vestía. Todo esto mandaba un mensaje, no es tan grabe matar mujeres.
Pero ¿Qué significa que un asesinato se dé por el hecho de ser mujer? Pues bien, un feminicidio es un crimen que puede ir acompañado de alguna de las siguientes circunstancias: un crimen que fue antecedido por violencia sexual; hay evidencias de odio y desprecio hacia su género, por ejemplo lo que hacen con los cuerpos de algunas mujeres cuando mutilan sus partes intimas o exhiben sus cuerpos; la víctima es asesinada por un hombre que en la mayoría de los casos era su pareja, expareja, amigo o un hombre conocido que usualmente ejerció violencia, también puede ser un desconocido que tenga las mismas razones. Acá el asunto es que el feminicidio es un delito por discriminación y su trasfondo es el desprecio hacia las mujeres producto de la cultura de odio hacia nosotras que se ha formado en la sociedad.
Aunque a los hombres los matan más, en comparación con las mujeres, ellos no son asesinados por sus parejas, ni en razón a su género como si ocurre con las mujeres. Por lo anterior es importante categorizar las violencias que nosotras vivimos, pues esto nos permite frenarlas, cuestionarlas y prevenirlas.
En Colombia en el año 2021 se presentaron 622 feminicidios, a junio del presenta año la cifra ya va en 307 casos, 22 de ellos en Medellín y su Área Metropolitana según datos del Observatorio Colombiano de Feminicidios, mujeres que no solo son estadísticas, eran seres humanos, eran hermanas, hijas, madres, primas que tenían sueños, que tenían el derecho a vivir y sobre todo a vivir sin miedo y libres de violencia como deberíamos vivir todas las mujeres. Solo queda esperar que las cifras no sigan aumentando, que las autoridades actúen cuando una mujer presente una denuncia por violencia en su contra, que se creen políticas más eficaces y sobre todo que dejemos de naturalizar y validar la violencia de género.
