Anteriormente, el concepto de arte se relacionaba directamente a un universo de exclusividad y en muchos sentidos se percibía como lejano de lo cotidiano. Como un mundo aparte dónde el acceso es limitado y restringido a unos pocos. Sin embargo, desde hace algunos años, el arte está teniendo un nuevo rol en la sociedad, al estar más centrado en el proceso artístico que en la idea de obra acabada. La realidad nos dice que el arte tiene, en primer lugar, una capacidad transformadora de la persona y de la comunidad.
Este es el caso de Vegachí, un municipio que se ha visto positivamente impactado en los últimos años por el trabajo y la dedicación de su Escuela de Música, la cual no ha parado de entregar a la comunidad alegría y arte, ni siquiera con la continencia por el Covid 19 y el distanciamiento social.
“La cumparsita” es el nombre de la obra de teatro y danza que los integrantes de la Escuela de Música le han presentado recientemente a la comunidad.
“La cumparsita” es el nombre de la obra de teatro y danza que los integrantes de la Escuela de Música le han presentado recientemente a la comunidad, desde cada una de sus casas, los artistas además de entretener y regalar felicidad en medio de tiempos difíciles, también demuestran que la creatividad es infinita y que el arte es para todos y por todos.
Es importante entender el papel que tiene el arte y la creatividad en una comunidad, ya que las habilidades individuales que implican, que no se usan sólo en la creación de obras de arte, sino también en la vida cotidiana. La creatividad es, de hecho, la capacidad de resolver problemas, es la capacidad de trabajar activamente para encontrar una forma diferente de aproximarse a un obstáculo.
La creatividad y el arte relacionados con el empoderamiento de una comunidad, permiten reescribir la realidad, dramatizando y expresando una situación social a través de un medio artístico.