Una denuncia en redes sociales ha sacudido el ambiente político: @sandia1367 expuso que María Cristina Estupiñan, empleada de RTVC, intentó obstruir el nombramiento de Hollman Morris como gerente de la entidad. En un revelador intercambio de mensajes, Estupiñan supuestamente solicitó ayuda para retrasar el proceso argumentando razones injustificadas.
El texto compartido por la usuaria incluye capturas de pantalla de la conversación, donde Estupiñan presuntamente sugiere demorar el nombramiento de Morris, alegando circunstancias personales irrelevantes.
La indignación en línea fue palpable, con @sandia1367 cuestionando la coherencia de Estupiñan, quien se autodenomina «progresista» pero supuestamente actúa en contra de otro progresista.
«Que asco, que pena decirse ser ‘progresista’ y torpedear el trabajo de otras personas desde la misma entidad, y peor aún, ofrecer trabajo a cambio de apoyo digital para dañar a otra persona.»
Este incidente resalta la falta de cohesión en el gobierno nacional, evidenciando cómo disputas personales pueden afectar el funcionamiento institucional. Se demanda una intervención del gobierno para fomentar una cultura de convivencia y garantizar la representación de bases progresistas en las instituciones gubernamentales.
En contexto, figuras como la Senadora Martha Peralta y el Representante Alejo Toro han hecho llamados al gobierno para integrar a progresistas comprometidos con causas sociales. ¿Será esta división el precio de las reformas sociales?