¿Y ellos son el futuro? Me da miedo pensar en el estribillo que utilizan muchos: “El futuro está en la juventud”, digo que siento temor, porque todos los esfuerzos que se hacen, son con base en el futuro y no en el presente y mientras se piensa en qué serán nuestros hijos mañana, se está perdiendo “el ahora”.
Las estrellas
Muchos adultos y padres de familia sueñan con que sus hijos van a llegar a ser unas estrellas cuando sean mayores y algunos son más ilusos, pues creen firmemente que sus hijos “los van a sacar de pobres”. ¡Por favor! Como si la pobreza se acabara con solo poner dinero en las manos de los menos favorecidos.
Albert Einstein decía: “La locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes”. Tenemos que ser conscientes de lo que estamos haciendo como padres, porque en esta situación, lo preocupante no son los jóvenes, sino los adultos.
“El futuro está en la juventud”
Ya están cansados
Hace mucho tiempo vengo observando a los hijos de conocidos y a los niños de mi sector, que sobra decirlo, ya no son niños, son adolescentes y realmente me inunda una incertidumbre total.
Chicos que a sus escasos 12 años, les están diciendo a sus padres que ya no quieren seguir estudiando. Y yo me cuestiono: ¿Ya no quieren estudiar?, pero si apenas están empezando su bachillerato, pero si no han aprendido nada, mejor dicho, todavía no les han enseñado nada y ¿Ya están cansados? ¡Qué susto! Entonces, acto seguido y más por tranquilizarme, les pregunto: ¿Oiste y si tu hijo ya no quiere estudiar, entonces qué quiere hacer?, pero la respuesta me deja peor: “Quiere trabajar”, “¿Trabajaaaaar?”, repito mentalmente sin poder disimular mi cara de desconcierto, pero si muchos de nosotros “los adultos” que tenemos experiencia, disciplina y hasta títulos académicos a cuestas, no conseguimos trabajo, ¿En qué van a trabajar estos chicos?, siento decirles que las respuestas no son nada alentadoras, en lo único que puede trabajar una persona menor de edad, sin formación académica, sin cédula, sin experiencia, es: En nada bueno.
Consecuencias
Pero tiempo después, los mismos padres que en otrora me dieron esa respuesta, están quejándose por que sus hijos están vendiendo droga, prostituyéndose, en la cárcel o son adictos. Pero por favor, ¿Qué esperaban? Y no estoy diciendo que por no estudiar no consigan trabajo, no, estoy asegurando que los niños no saben que es lo que quieren, no saben para dónde van y cómo conseguir sus sueños, por eso tienen padres, sino, cuál sería nuestra labor, sino es la de acompañarlos, apoyarlos, ayudarlos y guiarlos.
Pues siento decirles, que no la estamos cumpliendo, los estamos dejando solos y a su suerte.