Daniel Largo
Las fiestas de la danza y el sainete se han caracterizado en la última década por ser unas fiestas vergonzantes. Las anteriores administraciones acostumbradas a invertirle muy poco a la cultura y el arte girardotano hacían las fiestas del municipio usando el nombre de aquello a lo que escasamente invertían.
Ojalá en los cuatro años, la alcaldía invierta más en cultura y educación no formal, así sacamos a la juventud de los bares y discotecas y los subimos a la Pedrito Ruiz a ver cine, escuchar música, ver danzas, escuchar cuenteros, a aprender animación 3D en el parque educativo
En ese orden andaba Girardota, cientos de millones de pesos embolatados en grandes artistas, los cuales llegaron a cobrar por una hora de presentación hasta más de cien millones de pesos (el salario de 5 profesores de la casa de la cultura por un año). Girardota tenía “arte y cultura” por una semana o por un día, pero el resto de días era un pueblo metropolitano que no tenía espacios agradables para que los niños estudiaran artes, no habían profesores suficientes, y los que habían tenían salarios indignos para la cantidad de tiempo que les tocaba trabajar.
Las fiestas de Girardota eran pagadas en parte por los salarios de los empleados, de los artistas siempre sacrificados por los políticos de turno, minusvalorados y venidos a menos en un pueblo artística pero de mucha pobreza administrativa.
Nos parece muy valioso que por primera vez en más de una década la administración le dé importancia a nuestras fiestas, que pese a tomar MEDIDAS IMPOPULARES como es no gastar tantos recursos en artistas nacionales e internacionales y se haya atrevido a invertir parte de los recursos de estas fiestas en la CASA DE LA CULTURA. Es por esto que desde febrero hasta la fecha la casa de la cultura ha tenido profesores, se han adecuado los espacios, muchos niños y jóvenes se están formando y tocando instrumentos, pintando, danzando, usando el tiempo libre de manera productiva en un pueblo que solo ofrecía licor para el des aburrimiento de sus juventudes.
Estas fiestas se presentan como las más austeras en muchos años, solo viene Darío Gómez, y habrán otros artistas de talla que no son tan súper reconocidos pero que son buenos. Por primera vez en la programación se le da el lugar adecuado a las danzas y el sainete, a las presentaciones locales, por primera vez en muchos años nuestros artistas serán los protagonistas de este evento, que en otros momentos los tenía relegados.
Ojalá en los cuatro años, la alcaldía invierta más en cultura y educación no formal, así sacamos a la juventud de los bares y discotecas y los subimos a la Pedrito Ruiz a ver cine, escuchar música, ver danzas, escuchar cuenteros, a aprender animación 3D en el parque educativo. Invertir mas en educación y arte que en espectáculos fugaces puede ser un buen legado de esta alcaldía.