La situación de Tigo-Une parece que está llegando a extremos en los que la ciudad podría perder dos cosas que hoy son muy importantes: plata o una empresa que estratégicamente es necesaria para el desarrollo de Medellín.
El pasado lunes, 11 de septiembre, el ministro de las TIC, Mauricio Lizcano, se reunió con el alcalde de Medellín y otras personas para definir la ruta de lo que va a pasar con la compañía paisa. El panorama es muy complejo desde lo económico, pero también desde lo político, pues meses atrás el alcalde Daniel Quintero propuso la venta del porcentaje que hoy tiene EPM de Une, y los concejales se opusieron, alegando que no le entregarían más dinero al mandatario.
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Hoy el tiempo parece que le está dando la razón al alcalde, al menos en ese tema. Tigo-Une no es una empresa rentable, y Millicom, la dueña de la otra mitad, dice que se necesitan 600.000 millones de manera urgente, o sino la quiebra sería inminente.
Es allí donde se plantean los tres escenarios, todos para pensarlos con cabeza fría. El primero, que sería el más normal de todos, es la capitalización. Millicom le dice a EPM que pongan de a 300.000 millones de pesos.
Para EPM, que ha hecho inversiones de millones de dólares, no sería un problema sacar esa plata del bolsillo, porque la plata está. La pregunta es: ¿Es rentable para la ciudad?
Las cuentas de Quintero indican que Tigo viene perdiendo 400.000 millones cada año, entonces ¿Si valdrá la pena meterle más dinero a una empresa que no genera dividendos?
Para que ese punto se apruebe, Tigo se comprometió a entregar información a EPM, buscando convencer a la ciudad de que la inversión si podría tener retorno, y que esos 300.000 millones no se van a perder.
Regalar Tigo-Une, el segundo punto y quizá el más doloroso de todos
Cuando la Alcaldía intentó que los concejales dieran el ‘permiso’ para vender Tigo-Une, se esperaba que la ciudad quedara con 2,7 billones de pesos, lo que vendría siendo poco menos de la mitad del presupuesto anual de Medellín, o con lo que se hubiera financiado prácticamente el 70% del Metro de la 80.
Hoy ya la posibilidad no sería vender, sino hacer dilución. Este punto es básicamente que EPM dice que no va a poner los 300.000 millones que le tocaría como socio, y Millicom los pone, pero no es gratis.
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Si los 600.000 millones que se necesitan salen del bolsillo de Millicom, ellos se quedarían prácticamente con las acciones que EPM tiene sobre Tigo Une, y ahí si sería una empresa totalmente privada. Este escenario tendría que ser aprobado en el Concejo de la ciudad, y sería la misma Millicom la que vaya y haga la solicitud.
En ese escenario sería el alcalde Daniel Quintero el que gane el round político, pero la ciudad perdería enormemente, ya que se despediría de una empresa que es insignia de Medellín, y de una inversión que no le dio réditos al sector público.
Que el Estado intervenga, la opción más extrema
El Gobierno Nacional estuvo en la reunión y puso como fecha máxima el 9 de octubre. Si para ese día no hay acuerdo entre los dos socios, ellos meterían la mano.
La manera de hacerlo sería a través de la Superintendencia de Sociedades, y por medio de la ley 1116 de reorganización empresarial.
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Este punto es importante, porque la postura del Gobierno es la de salvar la empresa con el fin de mantener los más de 10.000 empleos directos e indirectos que genera la compañía, y los 15 millones de usuarios que hoy tienen.
En ese orden de ideas, es hasta posible pensar que el Gobierno Nacional esté esperando que no lleguen a un acuerdo, y busquen la manera de intervenir la empresa, dándole un dinero a los dos socios, y convirtiendo a Tigo-Une en una empresa de la cual los dueños son los colombianos.
Importante | Tigo UNE
Ayer hubo reunión con el Gobierno Nacional, para afrontar la crisis de TIGO-UNE, empresa que era pública y que fue entregada en administraciones pasadas a Millicom, una empresa extranjera, a pesar de nuestra oposición:
Ahora:
1. Millicom dice que la… pic.twitter.com/VnQxPCRCAV
— Daniel Quintero Calle (@QuinteroCalle) September 12, 2023