A través del Programa de asistencia social y salud mental, Salud para el Alma, la alcaldía de San Andrés de Cuerquia, manifiesta su compromiso con el cuidado de la salud mental de los habitantes del municipio y envía un especial mensaje acerca del autocuidado y el amor propio como medios esenciales para la salud y la tranquilidad en tiempos difíciles.
Uno de los principales mensajes que brinda la alcaldía con respecto a este tema, es la importancia que tiene para cada persona del municipio, pensarse en su propia vulnerabilidad y bienestar, y por tanto, el de las demás personas, ya que la salud mental se relaciona con el raciocinio, las emociones y el comportamiento frente a diferentes situaciones de la vida cotidiana.
La importancia que tiene para cada persona del municipio, pensarse en su propia vulnerabilidad y bienestar, y por tanto, el de las demás personas.
También, puede decirse que la salud mental ayuda a tomar decisiones importantes, a determinar cómo manejar el estrés y cómo sobrellevar la presión y los cambios que naturalmente traerá la vida, también ayuda en el entramado de convivencia con otras personas, como parte de un sociedad, de una familia, de una relación o de un entorno laboral, por esa razón, al igual que otras formas de salud, la salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia, hasta la adultez y la vejez.
Cabe recordar, que el tema de la salud mental, además, no concierne sólo a la atención que merece después del surgimiento de desórdenes mentales evidentes, sino que corresponde además, al potenciar y trabajar en la prevención de los mismos, a través del fomento y la defensa de un ambiente sociocultural determinado por aspectos como la autoestima, la inclusión, las relaciones interpersonales sanas y equitativas, y otros elementos que deben forjarse desde la infancia y desde la educación más primaria de la niñez y de la juventud.
Por lo tanto, la importancia de la labor que hoy realiza la alcaldía de San Andrés de Cuerquia con su comunidad, radica en que se reconoce a la salud mental, en términos generales, como el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural que garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de vida.