La Alcaldía de Medellín regula a 725 venteros informales y apoya su actividad económica en el espacio público. Con la entrega de 725 resoluciones a venteros y venteras informales, la Alcaldía de Medellín hace visible la transformación de corredores de ventas informales y convierte en venteros regulados a quienes desempeñaban irregularmente esta actividad económica.
Los permisos para uso del espacio público estaban congelados desde 2011 y, mediante resolución, esto fue ratificado en 2017. En esta administración, las autorizaciones fueron descongeladas para favorecer a venteros informales de los diferentes territorios, incluidos los corregimientos y, además, para responder a las peticiones de la comunidad y de los comerciantes acerca del uso del espacio público.
“Estos venteros no son nuevos en el espacio público. Llevan 10, 15 ó 20 años haciendo la actividad económica. Desde el descongelamiento de los permisos, hemos avanzado en una ruta donde han cumplido con la vulnerabilidad, tipología y temporalidad para otorgarles el carné que los reconoce como venteros regulados en el Distrito”, dijo el subsecretario de Espacio Público, Wilson Buitrago.
Este proceso trae consigo un compromiso de quienes reciben la resolución, por medio del cual se acuerda el cuidado de la zona que habitan, en pro del orden y la corresponsabilidad en cada territorio.
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“Para este año se tiene la meta de alcanzar otros 1.522 regulados y llegar así a los 8.000. En total, en el gobierno es un reto grande, pero el cual ha concluido en la sociedad civil. En términos generales, el Distrito y también, obviamente, la voluntad de los venteros de tener una mejor apropiación del espacio público, dotando, digamos, de su arte, de su cultura, de su buen trato y de su carisma el espacio público”, explicó el subsecretario.
De manera simultánea, en varios sectores se han implementado las Intervenciones Territoriales Estratégicas de Medellín, desarrolladas por la subsecretaría como un programa enmarcado en la causal de reubicación por recuperación del espacio público, dadas las necesidades y problemáticas evidenciadas tras la pandemia.
“Ya soy formal, porque miren lo que tengo: ya me entregaron la resolución. Todo gracias a Dios, primero que todo, a la Subsecretaría de Espacio Público y a todas esas personas que empezaron ese proceso para que nosotros fuéramos legales y no fuéramos como antes, que parecíamos unos delincuentes. Gracias a Dios todo se nos ha dado. ¿Por qué estoy agradecida? No solo por mí, créanme, porque yo soy la representante de los venteros de la asociación Tricentenario y ese proceso lleva tres años con todos esos venteros. Le agradezco mucho al alcalde”, afirmó Ana Rosa Berrío, una de las beneficiarias.
Con estas resoluciones, los venteros pueden desarrollar su actividad de manera organizada y regulada, después de un proceso de más de dos años, en los que han sido seleccionados por su vulnerabilidad, su compromiso en las capacitaciones en formalización y emprendimiento y su disposición como aliados de la institucionalidad en el cuidado y fortalecimiento del espacio público.