Hace poco más de una década mientras escribía un artículo sobre el suicidio, recuerdo que en una lectura de Philippe Ariès, éste explicaba que en países como EEUU cuando las teorías de un académico no calaban en su comunidad científica toda la comunidad se volcaba a criticarle y contrastar su teoría, sin embargo, en Francia optaban por ignorarle y no darle relevancia.
Esta idea siempre me ha generado muchas reflexiones y hasta contradicciones porque pese a que ya el mundo ha ido cambiando y la gente es más deliberante, no deja de tener un viso de crueldad saber que una idea puede ser considerada tan insignificante que no se le dedique unas líneas a su discusión. En la ciencia además de ser algo cruel también es poco ético, en ese campo adscribo más a la idea de que los científicos deben ser críticos entre si y así poder construir o de construir el paradigma que se ajuste a la necesidad científica.
En Colombia cualquier idiota dice su tontería y una bodega virtual de contradictores se les va encima a replicarles y volverlos populares
No obstante, cuando traigo esta idea a la política, siento que hay un uso excesivo de la réplica y la indignación hacia todos aquellos que son nuestros contradictores políticos (hay que ser cautos con el concepto de enemigo). En Colombia cualquier idiota dice su tontería y una bodega virtual de contradictores se les va encima a replicarles (como la academia norteamericana), obviamente tratan de ser ingeniosos, inteligentes y mordaces en sus respuestas, pero lo que logran es visibilizar al sujeto de manera exponencial y elevar al rango de influenciador al idiota que opina cualquier idiotez. Y eso no es todo, luego de hacer famoso al idiota, se corre el riesgo de que éste logre alcanzar algún puesto de elección popular con la publicidad gratuita de los que se creen ingeniosos.
Es así como un joven bachiller con un pensamiento medieval como Miguel Polo Polo ha sido ensalzado y elevado al rango de influenciador de derecha gracias a la gente de la Colombia Humana; quienes de manera obtusa viendo la imposibilidad de este muchacho piense de manera menos inhumana, lo atacan con vehemencia y así lograron posicionarlo dentro de la derecha colombiana como un «ideologo de su causa». Y es que la derecha por su nulo intelecto son seducidos con cualquier idea desquiciada traida de los cabellos y mientras mas retrógrada, violenta e insana mucho mejor para ellos.
Natalia Bedoya escribe mal una palabra y la izquierda sintiéndose graciosa, charra, cómica se vuelva hacia ella y la hacen tendencia en twitter y cada ataque que les hacen los fortalece en sus redes y los visibiliza aún más. Las interacciones en redes los convierte en “incluencers” y referentes de una doctrina, es tanto así, que la inflada que les pega la izquierda los convierte en contratistas del gobierno, porque la izquierda les da importancia y el Estado los contrata gracias a que se ven como pro establecimiento.
Y así progresistas o simplemente demócratas de Colombia, son intensos cazando trinos de la derecha para tratar de ridiculizar gente que no tiene dignidad, vergüenza, empatía, caridad y mucho menos un buen sentido del humor. Cada comentario los engrandece, sea negativo o positivo el algoritmo de las redes los posicionan y visibilizan y así en un país donde la gente es tan básica en su pensamiento y la señora que fía en Flamingo y compra en Avon cree que piensa como empresaria, termina seducidas por estas ideas anti democráticas y clasistas y apoyando en las urnas a estos individuos.
Si bien el debate y la deliberación fortalece la democracia, también hay que tener ojo para saber que hay gente que no tiene empatía ni raciocinio para generar un debate sano.
Hagan el siguiente ejercicio y escríbanle a Petro “Petro usted quiere que con ese Paro nuestros jóvenes pierdan el año y se vayan para el Sena” y posiblemente entran los simpatizantes a atacar el trino, luego los uribistas le dan me gusta y a la final remata Petro respondiéndole algo al incauto, ipsofacto el abyecto de que trinó se hace popular. Escríbale a Petro ¿“Petro vamos a crear un medio de comunicación nacional con redes cooperativas entre los medios alternativos, nos ayuda?” y el trino propositivo pasa sin pena ni gloria, porque sin darse cuenta popularizan idiotas y la gente propositiva termina metiéndose en riñas irrelevantes en lugar de estar pensando en ideas y estrategias para que este país salga de este atolladero.
No visibilicemos idiotas, aguantémonos las ganas de responderles a sus ocurrencias por más indignantes que parezcan, no es necesario, déjenlos solos y que entre ellos se lisonjeen y mientras tanto ese gasto de energía lo podemos usar de manera plena al servicio de esas causas justas que tanto nos gustan.