Federico Gutiérrez no encabeza la intención de voto debido a la falta de unidad, como algunos han señalado. La unidad como argumento carece de solidez en este momento. La gente no busca que varios individuos se unan con el propósito de desafiar la llegada de Fico a la alcaldía. La razón detrás del avance de Federico Gutiérrez radica en su habilidad para manejar un relato y repetirlo sin titubeos. Es lo que Goffman denomina un actor cínico, al que no le importa mentir con desparpajo.
La teoría de Erving Goffman, un sociólogo influyente en el estudio de la interacción social, podría arrojar luz sobre el fenómeno. Según Goffman, las personas a menudo representan roles en la vida cotidiana, actuando de maneras que consideran convenientes para la situación. En este contexto, Federico Gutiérrez se asemeja a lo que este autor denomina «actor cínico», alguien capaz de mantener una fachada y repetir su narrativa sin mostrar dudas. Esta habilidad para controlar su imagen y presentar una versión consistente de sí mismo podría estar contribuyendo a su ascenso, incluso si eso implica ser deshonesto con desparpajo en algunos casos.
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Hace poco, sumé a todos los candidatos que estaban por debajo de Federico en las encuestas. Entre todos, apenas alcanzaban un irrisorio 33%, es decir, un 8% menos de lo que Federico tenía en las encuestas. Por lo tanto, el argumento de la unidad pierde fuerza, ya que el resto de las candidaturas son raquíticas y quienes buscan la unidad intentan marginar al que le sigue a Fico con un modesto 10%. En resumen, argumentar que unir distintas fuerzas sería suficiente para derrotarlo, es por lo menos un poco ingenuo.
Federico posee el don del eco; cuando habla, su voz resuena. Su acento paisa, su actitud desenfadada y la seguridad que emana lo convierten en un hombre carismático al que los periodistas temen cuestionar. Incluso cuando presenta datos imprecisos, los periodistas rara vez le hacen contrapreguntas; he sido testigo de esto.
No afirmo que Federico sea invulnerable; más bien, sostengo que los asesores políticos en Medellín pasan por alto un factor sociológico fundamental para llevar adelante una campaña exitosa. Me refiero al conocimiento científico de la sociedad a la que se dirige un mensaje. Medellín es una ciudad inmune a la moral.
Explorando Argumentos Contrarios de Campaña
En primer lugar, muchos candidatos, en mayor o menor medida, apelan a la conexión entre Fico y la Oficina de Envigado. Pero, ¿realmente la gente recuerda quién era Villegas? ¿O quién ocupaba el cargo de Secretario de Gobierno? Más aún, ¿saben qué es o para qué sirve una secretaría de gobierno? ¿Comprenden la importancia de la captura de alguien con tan alto rango en la alcaldía? La repetición constante de este ataque se ha convertido en un cliché, reconocido solo por los interesados en el análisis político y algunos periodistas. Además, en una ciudad que ha crecido rodeada de grupos criminales, el desprestigio no es significativo, ya que estas organizaciones han sido legitimadas por las comunidades.
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Si tenemos en cuenta el aporte que desde la sociología del derecho, César Rodríguez Garavito, ha hecho con su texto «La cultura del incumplimiento de reglas», podríamos aseverar que en Medellín se da un fenómeno social en el cual existe una predisposición generalizada en la sociedad hacia el incumplimiento de normas y regulaciones. Esta cultura se caracteriza por una aceptación tácita o incluso una justificación de comportamientos que van en contra de las normas establecidas, ya sea en el ámbito legal, ético o social.
Según César Rodríguez Garavito, la cultura del incumplimiento de reglas es un concepto que aborda la tendencia en la sociedad a tolerar y justificar el comportamiento que va en contra de las normas establecidas, lo que puede tener amplias implicaciones para la estructura social y política de un país. En este orden de ideas, ¿podría entonces en una sociedad como la medellinense hacer algún daño la recurrencia de esta delicada denuncia contra FICO y la supuesta relación con la oficina? La respuesta a mi modo de ver es NO.
Por otra parte, en relación al argumento de que Fico aspira a la presidencia, la gente lo sabe. Fajardo, Aníbal Gaviria, Federico y Daniel Quintero han ocupado la alcaldía con miras a la presidencia. ¿Puede la gente asustarse o sorprenderse cuando algo se convierte en hábito y parte de la cultura política? En realidad, no. Ser alcalde de Medellín y aspirar a la presidencia se ha vuelto un patrón en la política local; alcaldía de Medellín y trampolín a la presidencia es un pleonasmo. Definitivamente, este argumento esgrimido de esta manera no genera en el ciudadano ninguna inquietud.
En cuanto a Hidroituango, el debate es complejo, confuso y de escaso interés para la mayoría. Traer este tema a colación tampoco parece una estrategia audaz.
¿es realmente invulnerable Federico Gutiérrez?
Economía
Existen preguntas que los expertos políticos y también los ciudadanos se plantean y que los políticos en ejercicio no saben plantear adecuadamente, en cuanto a la economía local y la seguridad, dos ejes fundamentales para la ciudadanía que habita Medellín.
¿Aumentará la pobreza con Fico? ¿Cómo afectará a nuestros bolsillos el aislamiento de la ciudad de los recursos nacionales? ¿Cuántos empleos se perderán si no se implementan los mega proyectos necesarios para la ciudad? ¿Qué sucederá si se paralizan iniciativas como el metro de la 80 o el tren del río? ¿Cuántos billones de pesos dejaría de recibir Medellín de la nación si Fico se niega a cooperar con el gobierno nacional? ¿Aumentará el desempleo? ¿Con los recursos que ingresan del gobierno nacional, si se construyera una casa de interés social, ¿cuántas casas se podrían hacer? ¿Si Fico rechaza los recursos del gobierno nacional para la educación cuántos estudiantes quedarían por fuera de las aulas? ¿Si Fico obstruye los recursos del Gobierno Nacional para alimentación escolar cómo aumentaría la desnutrición infantil? El asunto es simple, es generarle a las personas las preguntas razonablemente entendibles que, sin generar terror, les posibilite dilucidar y comprender qué está realmente en juego.
La pedagogía radica en hacerle entender al ciudadano lego en política qué sucedería si Fico llegara, pero todos pierden tiempo hablando de lo que pocos entienden y lo que no genera votos.
Los políticos se enredan en debates abstractos, mientras que la gente necesita respuestas concretas. La gente quiere que se le explique de manera razonable lo que está ocurriendo o va a ocurrir.
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Seguridad
¿Aumentará la inseguridad con Fico? ¿Los delincuentes le temen? ¿Aquellos que están en prisión después de momentos de calma y diálogo con enemigos se darán cuenta de que en algunos casos fueron utilizados y manipulados? ¿Veremos un aumento en homicidios, extorsiones y desapariciones? ¿Habrá caos? ¿Fico pedirá ayuda al gobierno nacional, al mismo que constantemente critica, cuando la ciudad esté en crisis?
¿Qué grupos armados fueron perseguidos y con cuáles se tranzó? ¿Aumentaron las casas de pique en el gobierno de Fico? ¿Qué significa para una familia encontrar a un ser querido descuartizado? ¿Aumentaron con Fico las vacunas o extorsiones en los barrios? ¿Si se boicotea la paz urbana con Fico, aumentarán las extorsiones? ¿Entrarán el fentanilo y la heroína con todo su furor? ¿Sabe la gente que hay una relación entre economía y suicidios? ¿Cómo afectará un gobierno de Fico a la juventud? ¿Fico tomará represalias contra ese grupo poblacional que ha asumido posturas progresistas?
Como pueden observar, argumentos que resuenen con las personas y que conecten con su razonamiento podrían ser un antídoto efectivo contra Fico.
Renovar Estrategias para un Cambio Posible
En definitiva, nadie puede vencer a un adversario poderoso utilizando las mismas tácticas de campañas pasadas. La estrategia de ayer se ha vuelto obsoleta y carece de la ciencia política aplicada. Con imaginación, valentía y una inversión adecuada, posiblemente se pueda poner a la candidatura de Fico en aprietos. Las elecciones carecen de emoción, no captan la atención y no generan pasiones en la población. Es hora de una estrategia fresca y efectiva.
Hace cuatro años, Daniel Quintero decía que estaba haciendo una campaña sin partidos y sin jefes políticos. En aquel momento, ese estribillo resultaba sumamente interesante. Sin embargo, en la actualidad ya no lo es. Decir lo mismo hoy es un insulto al ciudadano, es agresivo con el elector y pone al ciudadano en minoría de edad, en términos kantianos, sería decir que en Medellín las personas no son ilustradas y están prisioneras de la ignorancia adolescentes de determinación intelectual.
